Gente que quiero-Gente que
me quiere
Cuanta gente bonita en mi vida y que de
verdad merecen la pena. Si no hago más por ellos es porque no me queda donde
buscar y viceversa.
Cuando en el año 2001 tuve que aplicarme
quimioterapia, aún vivía en mi pueblo, tuve conmigo a tres personas que fueron
mis ángeles de la guarda diariamente: Carmen Griñán, Carmen Quereda y Javier
que vivió más de cerca que nadie el estado lamentable que te deja este
tratamiento que no sólo se aprecia por fuera sino por dentro aún más y las
reacciones psiquicas hay que saber aguantarlas porque el carácter cambia si uno
proponerselo. Con Javier tuve batallas campales y discusiones por la menor de
cambio y él paciencia y paciencia tenía la criatura que tragarse unos cazos que
flipaba conmigo. Carmen Griñán hacía una broma de todo, pero llegaba a mi casa
y era como agua que todo lo limpia y luz que todo lo hace brillar; como para no
olvidarla jamás. Y Carmen Quereda venía siempre con la sonrisa puesta y sus
quehaceres domésticos dejando las estancias como los chorros del oro y encima
se pintaba sus labios de rojo como a mi me gustaban y me sonreia sabiendo muy
bien que yo estaba pero en cualquier momento dejaba de estar. Era casi un
cáncer hepático lo mío, no era un dolor simple de cabeza, eso hubieramos
querido todos los que por mi casa desfilaban incluido yo. Recordaré a los tres
más allá del tiempo y la distancia. Les pido perdón por mis fallos en aquella
enfermedad, no era yo realmente…era un ser extraño y ausente que se apoderaba de
mí hasta el extremo de pedir cada día irme de la vida sin sufrir más.
Que maravilla Alfredo Zamora e Inma Rufete
con su grupo teatral DOBLE KK TEATRO. Que gente más auténtica y sencilla,
amante del teatro como nadie. Ellos me contagiaron de amor de alma y amor
escénico. Gracias “Hermanos Queridos” a vosotros y todos los que equipos que
hemos formado con los distintos trabajos que hemos llevado a cabo.
Pablo Martín fue una pieza fundamental en mi
vida y lo fue en muchos sentidos. Primero, fue el primer Mister España que yo
conocía directamente y del cual, no lo sé porqué, nunca me llegué a enamorar,
ni siquiera me gustó. Me enseñó a quererlo como a un hermano y de ahí su
“Mágia”. Pablo es un mago del cariño. No conozco a nadie que no diga cosas parecidas
de él. Tiene esa cosa especial de los seres especiales que no sabes porqué pero
los quieres infinitamente y su gran atractivo físico empieza a perder vigencia
cuando lo conoces como ser humano y no como estereotipo de belleza banal y
superflua…es sinceramente maravilloso. Como maravilloso fue trabajar con él el
montaje teatral “VADE RETRO” de Fermín Cabal dirigido por Alfredo Zamora.
Hicimos un tándem que fue de las cosas más satisfactorias que yo he hecho en mi
vida y Pablo Martín estaba PERFECTO en su papel de padre Lucas. Nos sorprendió
a todos porque venía de cosas de la tele y su voz no era la más adecuada para
el teatro, pero su amor propio y su dignidad superaron cualquier tipo de duda
que nos quedara nada más oírle leer el texto por primera vez. Trabajó como solo
él sabe trabajar: “sin descanso”. Olé…Pablo. Que gran ser humano eres y que
gran actor y cuanto te amo…hermano…tu rubia te ama mucho.
Juan Gallego Moya lleva toda su corta aún
vida, intentando ser un divo en la ópera, o al menos que le dejen un
huequito…sabe perfectamente lo que cuesta, pero él ahí lo teneis, luchando y
peleando cada minuto cada instante de su vida. Tiene a su lado a Adela que está
por su corazón y por su arte y se de sobra que le ayuda todo lo que pueda.
Hacen una pareja modélica y espero poder aplaudir algún día a estos seres
impecables de todas todas que también me aman como yo a ellos. Ayer Austria,
hoy Milano, pasado Alemania…lo que hay que correr si quieres conseguir algo,
¿eh, Juan? Pues no ceses en tu empeño, que la vida la tienes para usarla y los
humanos para admirarte y aplaudirte.
Mi adorado, venerado, compañero y amigo de
escenarios Victor del Castillo. Nos conocimos hace ya muchos años cuando éramos
muy jóvenes. Andaba él y su hermano con las guitarras de pueblo en pueblo y
ciudad en ciudad intentando abrirse camino con la música por los escenarios. Lo
recuerdo en Cabo Palos cuando yo hacía el programa de TVE1 regional “Murcia
Costa Cálida”, con su ímpetu y su interminable juventud. Con el tiempo educó y
perfeccionó su voz y de cantante melódico y fumandose las tabacaleras enteras,
pasó, bajo la batuta mágica de D.Ginés Torrano, a se un prestigioso Baritono y
maestro de canto. Entre tanto su noviazgo con Beatriz Carrillo le suavizó las
salidas nocturnas y eliminó el vicio del tabaco para poder ser de los grandes.
Y ahí está, cantando como un grande y dando sus clases y con dos hijos
preciosos, Victor y Gonzalo. Ha sido mi colaborador excepcional en el programa La Gramola haciendo las
delicias de los melómanos empedernidos que exigían duetos de zarzuela, ópera u
overturas y preludios cada día que nos encontrabamos Victor y yo en el estudio
haciendo directos. No quiero olvidar que pasamos por infinitas iglesias
haciendo “Autos de la Pasión ”
donde el gozo actoral se unía al del vocal y la gente o público asistente a
cada representación, había momentos en que el éxtasis espiritual se apoderaba
de ellos. Viajamos mucho. Compartíamos Víctor del Castillo y yo siempre la
habitación del hotel, por lo que no nos librábamos de críticas petardas que
siempre hacían las lenguas viperinas que nos rodeaban, porque otra cosa no,
pero lenguas de serpientes venenosas se mezclaban con lenguas angelicales por
donde quiera que paseábamos nuestro arte. Matrimonio el de Víctor y Bea con sus
dos retoños ejemplar. Me aman y yo les amo también más allá del tiempo y la
distancia. Mi amigo Victor quiere ser mi biógrafo por lo que está tomando nota
cada vez que escribo en mi blog. Sabe perfectamente las cosas que omito por no
tener gana de empuñar la espada; cosas que nada tienen que ver en su relación
con la mía, pero que en la segunda parte de mi extenso blog ya iré diciendo, eh
Victor?
Como tengo una Wikipedia tan extensa, iré
poco a poco desgranando personas que aparecieron por mi vida o yo por las de
ellos, sin omitir el amor de 5 años y medio que me tuvo más bien pallá que
pacá…eso en el próximo capitulo.
AMEN
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