martes, 18 de diciembre de 2012


Los tiempos que corren…

   Que si guerras, impuesto, desahucios, despidos, paro, desequilibrio social intenso, malas caras, cientos de empresas cerradas, bares, fábricas, restaurantes, peluquerías, perfumerías, carnicerías, hogares rotos…etc..etc..etc…Caos. Regresión. Situación insostenible para millones de seres en nuestra nación España. Los parados casi en seis millones. Que si peligran las pensiones, que el copago sanitario, la sanidad toda ella, jueces, abogados, sentencias, ejecuciones de sentencias injustas. Pero, ¿os habéis dado cuenta en el maremágnum de país en el que estamos malviviendo?

   Yo no digo que me quiero ir. No. Yo no me quiero ir de mi país por el que siempre he luchado, trabajado y rendido honestidad. Yo quiero lo que queremos todos: ORDEN y EQUILIBRIO. A mí, aunque quisiera, ya no me quedan fuerzas ni tengo edad para emprender, fuera de aquí, nada de nada. Yo he trabajado por la cultura, por hacer grande este país, porque que no se olvide nadie: “un país sin cultura y con mucho dinero”, no es un país rico sino un desastre y un caos como al que nos están llevando entre unos y otros. Estamos abocados al caos. Corrupción y Hambre van unidas de la mano en estos instantes. Pero ¿es que nadie ama a España? Lo digo por la gente que ha gobernado y gobierna este país.¿ Es que sólo han de ver sus cuentas corrientes atiborradas de dinero? ¿Es que no ven la de ancianos que han peleado por morir al final de sus dias en paz y les están tocando lo último que les queda? ¿Es que no hay conciencia humana capaz de evaluar y reparar todo este daño y este dolor? ¿Quiénes gobiernan, son de carne y hueso, tienen corazón, tienen sentimientos? Que desbarajuste Dios mío!!! Que sinrazón más estrepitosa. A mí me queda poca paciencia ya. Estoy a punto de estallar y como yo millones de personas. ¿Es que vamos a tener que empuñar de nuevo las armas? Que no, joder, que no, que no puede ser. Aquí nadie se queda inflado a dinero por los siglos de los siglos!!! ¿Cómo pueden estar robando de esta manera tan bochornosa y descarada y luego salir en las pantallas de televisión con esos super arreglos de sus asesores de estilismo a decirnos que si pitos y que si flautas? ¿Pero que coño están haciendo? No va a terminar bien nada de lo que está pasando porque la paciencia de todos nosotros va a tener un límite. Ahí está el error y el horror, ahí, simplemente ahí!!! Que luego pagaremos justos por pecadores. Los que me causan más penita dentro de mis entrañas y se me revuelven las tripas son los ancianos y los niños. Por favor!!! Clama al cielo.
   Y ahora a decirnos todos FELIZ NAVIDAD…que hasta en el face te dan consejos de este tipo en el status antes de que escribas nada. Pero ¿Cómo voy a decir feliz nada si estoy pasmado y sin palabras cada vez que me asomo a un telediario o leo una prensa?

   Y de suicidios nada. Yo no me quiero ni me voy a suicidar. Voy a emplear mis santísimos cojones, igual que hizo mi padre que en gloria esté, para combatir a esta plaga de virus que nos están acogotando día a día. Soy HOMBRE y cada día que me levanto me visto desde los pies a la cabeza de lo que represento como ser humano en esta maravillosa vida que se nos ha regalado. No sólo hay que ser hombre, encima tengo que demostrarlo todos los días. Ay si se aplicara el cuento más de uno. Otra cosa es con quien me acueste. Quien se ha metido en mi cama era, primero mayor de edad y por supuesto con su propia voluntad y segundo: se acostó conmigo porque le apeteció, nunca he forzado a nadie ni lo haría JAMÁS!!! Yo no estoy enfermo de la mente. Tengo una mente abierta, libre y progresista que me ayuda a ser el artista que soy. Quien quiera datos en WIKIPEDIA más información y quien quiera cama conmigo pues que lo intente…consultaré la agenda y quien sabe…con suerte hasta la verdes caen ;-)

  Sí que estoy enfermo: De Impotencia ante el panorama que tengo delante y no poderlo remediar y enfermo de Impaciencia de Injusticia y de Falta de Recursos para paliar el dolor ajeno. ¿Hay alguna medicina, aunque sea con copago, que me alivie estos males causados todos por la Sinrazón?

   Voy a escuchar Música que amansa mi “fiera”, hoy y todos los días. A encender velas para mí y para los demás y a rezar Un Padre Nuestro que calme mi ira y mi sed de venganza.

                                 AMÉN

viernes, 7 de diciembre de 2012


EL PEO DEL ASCENSOR (abstenganse de leer, repipis cursimétricos y tont@s del culo que cuando van a mear dicen que van a hacer “pipí” y cuando van a cagar dicen que van a hacer “caca”).

   Era yo pequeño, bastante pequeño, de unos seis o siete años. Me pasaba la vida con mi abuelo Pepe en la casa de la huerta, era mi pasión estar con él. Fue el único abuelo que conocí. Padre de mi padre. He tenido la mala suerte de no conocer la ternura de una abuela y me decían mis padres que, tanto por parte de madre y de padre, mis abuelas fueron unos auténticos seres de luz y amor. Una pena no haber podido besar y abrazar a esas grandes señoras supervivientes de tantos y tantos acontecimientos en aquellas épocas pasadas. Seguro que me hubiera llevado con ellas fenomenal. Total, que conocí hasta los nueve años míos que él se fue a mi abuelo Ripalda, que así le puse yo de sobrenombre. Siempre he puesto motes o sobrenombres a todo ser viviente que se ha relacionado conmigo. Hasta dormía con mi abuelo en su misma cama porque el frío de la huerta era tremendo y los dos en su cama nos pasabamos el calor. La primera vez que yo tomo consciencia de lo que es un peo, o varios peos, fue en un viaje a la ciudad, a Murcia. Ripalda viajaba todas las semanas a la capital a comprar loteria, cigarros y alguna cosa que hacía falta en la casa y el colofón lo ponía invitandome a comer pasteles de carne en el famoso bar “El Barba” que por otro lado siempre ha sido “Confiteria Zaher” pero lo seguimos llamando “El Barba”. Pues bien, ibamos por los soportales de la catedral, cuando de repente mi abuelo aceleró el paso y mirando varias veces hacia atrás y a la derecha e izquierda empezó a dejarse caer una ristra de peos sonoros que a mí me produjeron, primero vergüenza y segundo me tuve que llevar la mano a la cara porque emanaban un pestazo que alucinaba en ese momento; en su desplazamiento, yo me había quedado atrás y cuando terminaba el “concierto peil” me miraba muerto de risa y me decía:…Juanito está tronando por Torreagüera!!! Perplejo ante aquellas palabras y esa descarga de gases pestilentes, lo miraba y pensaba para mí:…que cochino es mi abuelo!!! Me daba la mano y proseguiamos la marcha un poco más despacio ya. No hay que extrañar que en otra calle poco transitada soltara otra rastra de peos así de repente y sin que yo me lo esperara. Esto no hizo, ni mucho menos, que yo cogiera animadversión por mi abuelo Ripalda, no, en absoluto, porque empezó a hacerme hasta gracia y si alguna vez no lo hacía yo le preguntaba con inocente y pícara cara a la vez: ¿es que hoy no va a tronar? Su sonrisa de oreja a oreja aún la recuerdo e incluso alguna carcajada. Un día, estando comiendo en la casa de la huerta, me dio una explicación a cerca del tema de los peos o pedos que él los llamaba, diciéndome que todos los seres humanos soltabamos esas notas musicales sonoras y desacompasadas porque nuestros intestinos tenían muchos pliegues y algunos alimentos al ser digeridos pues limpian las paredes de las tripas y producen esos gases. Le pregunté: ¿todos los seres humanos?...Todos, Juanito, todos…y siguió cortándose su queso Cadí duro y su pan de horno de leña, a la vez que me daba trocitos a mí animándome a que comiera; yo era enclenque y más bien feíco; no comía casi nada. Tenía la cara con muchos granos y como estaba más seco que las raspas, pues la cabeza se veía aún más grande; parecía un palillo con una aceituna pinchá en lo alto del cuerpo. Y así es como aprendí la procedencia del peo puramente dicho y desde luego asquerosamente bien olido directamente del punto de donde suele salir. Hay peos que no tienen fuerza y entonces es cuando eructamos, pero eso ya se pueden llamar gases menos comprometedores, aunque para los repipis sea también un acto indigno y soez. Me gustaría observarlos en sus camas de noche después de haber digerido una comida con abundancia, por ejemplo de alcachofas o judias o lentejas o garbanzos…ohhhh…la emanación que producen es poco menos que asfixiante y espantosa y no me digais ni me rechisteis porque de sobra sabeis de lo que estoy hablando ¿Vaaale? El que diga que nunca se ha tirado un peo MIENTE BELLACAMENTE porque es fisilógicamente normal, ahora eso sí, huelen algunos pa morirse in situ…ay que peste Señor!!! Jajajajajajajaj

   Vamos a lo del peo en el ascensor.

   Hace ya varias décadas, viviendo yo en mi casa de la calle mayor de Beniaján, recuerdo que cuando llegaba a abrir la puerta de la calle, siempre, absolutamente siempre, me entraban ganas de tirarme un peo o dos…yo que sé, entonces hacía lo que mi abuelo cuando paseaba con él por la ciudad, metía la llave en la puerta, miraba a diestra y siniestra y si no veía a nadie ahí empezaba la overtura en do bemol mayor de la sinfonía Opus-Pedo 75. Oye, que me pasaba siempre, de veras. Un día llegabamos mi hermano Pepe y yo que llegabamos de no se de donde ahora mismo y veniamos en un taxi, pues bien, al llegar ambos dos a la puerta de la casa, él vive en el tercero y yo en el primero, empezamos a soltar notas discordantes sonoras por nuestros ojetes y meaos de la risa y con las dentaduras a punto de caerse al suelo, nos tronchabamos y nos deciamos en silencio (figuraos bien después del ruido peil nos hablabamos bajito para no molestar a los vecinos)…hermano, te pasa lo mismo que a mí…y es siempre que llego a la puerta de la casa y yo le pregunté: ¿luego, cuando llegas tienes que cagar?....me soltó una carcajada tremenda: Siiiiiii….jajajajajaj y yo le dije:…y yo tambiennnnn…..jajajajajaja. Como no había ni hay ascensor ni lo ha habido ni lo habrá nunca en ese bloque, pues subiamos las escaleras como podíamos pero con esa risa contenida que te da cuando no quieres hacer ruido y por supuesto el concierto tomaba il tempo de “Vivace”…ay que risa por el amor de Dios…que risa!!! Y voy a lo del ascensor.

   Hace 10 años que me fui de Beniaján a vivir a Churra. Me alquilé un piso y por fín mi nueva casa sí que tenía ascensor. Pues bien, ya no era el tema en cuestión en la puerta de la casa, sino en la puerta del ascensor. Me lo tiraba cuando bajaba a encontrarme el portapersonas y a veces tardaba y se iba el gas diluyendo en el hall, pero otras veces estaba allí mismo y entraba arrastrando todo el hedor salvaje a veces que producía la escala sonora. Dejaba un ascensor que no quería pensar en los viajeros que vinieran después porque pobrecitos  de ellos. Una vez fue dentro de la cabina cuando se me escapó, y no he dicho que trataba de retener aquella salida todo lo que podía, pero hijos de mi vida, a veces sin querer “bommmbommrequeteboommm”…se abre la puerta y dos señoras de la misma planta donde yo vivía que iban a cogerlo. Desesperado les dije: nooooo…no monteis que se me ha quedado parado y puede que esté roto; las dos señoras con cara algo asustadas bajaron por la escalera sumisas y agradeciendome que les avisara. A otro día vino el de mantenimiento del ascensor preguntandome que había pasado…yo le dije que…que…que…pues que hacía un ruido raro…él me dijo: pero se había parado montado usted el ascensor? Um..umm…sí, efectivamente, le dije recordando el hecho. Ay que aprietos!!! Ahora vivo en otro edificio con ascensor e idem de lo mismo, pero he aprendido a hacer un encogimiento culil y aguantarme hasta mi casa ya que hay poca distancia del ascensor a mi puerta.

   Hace unos dias que estaba en un ensayo del Cuarteto Chirigotero y conté lo de mi apuro. Joaquín Perona, Josiño y Juan Carlos, compañeros del Cuarteto, se tronchaban además recordando que Joaquín nos había hecho, entre otras cosas para cenar alcachofas hervidas y propuse hacer una canción, cosa que les pareció bien. Podría ser un tema para cantar como cuplé la temporada próxima, que no ésta. Quereis saber como se va a llamar al canción? Fácil, joderrr…EL PEO DEL ASCENSOR!!!!!!!!!