Juan Bastida

Es mi hermano con chocho. Antiguamente era vedette del teatro ambulante de Manolita Chen. Ahora está vieja y embustera. Dice a todo el mundo que está coja para que le tengan lastima y constantemente dice que la van a operar de lo que sea. No intenteis localizarla porque su paradero es desconocido. Igual se ha cambiado el sexo y ahora es boliviana o mora, de ahí que en la jerga le llamen Conchita Mora. Es un fraude y es la tía más loca que he conocido en mi vida. Pero nadie como ella para partirme el culo de la risa. Es genial y maravillosa. Realmente dejó de existir en la época de las pirámides junto a su admirada Cleopatra.

En estas épocas de tanto cambio, Conchita, se ha ido comprando de todo tipo de útiles para su cambio inexistente de sexo, porque a pesar de ser “hombra” es un pedazo de “mujereta” que no hay quien se aclare con ella.

Usa tangas de día y de noche. Se perfuma sus partes íntimas con desodorante “Tasmín” for woman y sin embargo de las muestras de las perfumerías, lleva una mezcla pestosa de todo lo que pilla, que a cien metros que venga ya la estás oliendo, pero un olor cansao, como se dice aquí en la huerta.

Viste discreta por la calle y sin embargo llega a su casa y se pone una negligé transparente en tonos rosas y fucsias con marabú por el cuello haciendo juego con las zapatillas, con un poco de cuña, para no perder su grazil encanto femenino. Es una piazo, pa matarla…Oyeee y en su día se casó y todo con una mujer, pero yo creo que lo hizo para que en la noche de bodas le quitara a su recién estrenada esposa, el traje de novia y se fuera a correr huerta a través pegandose unos hostiazos con los tacones de pua que por supuesto le estaban pequeños por mitad de aquellos bancales y creo que en una de sus escapadas mariconiles llegó a caer en una acequia toda entera ella…con ropa de novia incluida…habría que verla.

Este es el prólogo de las historias de Conchita mora que iré desarrollando a lo largo y ancho de Por hoy ya está bién. Ay….que me meo toaaaa!!!!

la geografía, cada vez más escasa, que nos van dejando los Alí Babá del gobierno.