9 Capiblog. La rebelión de
los mandos a distancia y productos de uso diario.
Voy a ver si puedo enumerar, sin dejarme
ninguno, los mandos a distancia que tengo en uso y el uso, valga la redundancia
que hago de ellos, cosa que le puede pasar a cualquiera; que nadie piense que
por tener más mandos a distancia tiene uno más billetes o más perras como
decimos por aquí los murcianos.
Mando a distancia del garaje de mi casa que
está en el brazo izquierdo de la puerta del conductor. Va, justo al lado otro mando
que era el primero que tuve, o sea que los dos van juntos, por lo que a veces
le doy para que abra la puerta con el que no es y si quieres arroz Catalina…!!!
Hasta que no me doy cuenta le caen varias maldiciones. Nervios atacantes ya, o
al entrar o al salir.
En la casa: mando a distancia de la tele.
Mando a distancia del sourround, donde escucho a veces música o veo películas;
ni que decir tiene la de veces que quiero encender la tele con el dichoso mando
sourround, claro no enciende y a veces digo…ay que las pilas…ay que hoy no le
da la gana…hasta que me doy cuenta cuando enciendo la luz, porque con esto del
ahorro, pues vamos haciendo las cosas por la casa con la bombilla o pera al
mínimo y claro hasta llegar a encender pues algún que otro tropezón me pego con
algo que está donde debe estar, pero que yo no veo, lógicamente, nadie ve en la
oscuridad….ay…me cago en la…o en la espinilla o en el tobillo (es donde más me
doy) o en el bracito reumatado que encima se golpea y no veas…lágrimas me caen
a veces. Total que dejo una bombilla para medio-ver y sigo con la operación que
sea.
El mando a distancia del aire acondicionado.
Buenoooo….con este mando he querido encender cualquier aparato de la casa antes
de darme cuenta que no era el adecuado; un día lo tiré con tanta gana contra el
sofá que rebotó y cayó al suelo y salieron las pilicas y varios trastos
haciendose un poquico polvo el dichoso mando y realmente ¿que culpa tenía él?
Siguen los nervios creciendo.
El teléfono móvil antiguo y el “moerno”. De
estos dos maravillosos aparatos ¿que queréis que os cuente que no sepais? Pues
que si la agenda no se ha pasado bien y te llaman y te dicen, porque no ves más
que el número: …”Juan …¿es que ya no me quieres que no me tienes en la agenda?
Esta es la frase más habitual. En el otro que el whatsapp…que los mensajes…que
el twiter…que Factbook…y cada cosica tiene su timbrecito para que tú sepas que
es en cada momento..y una porra frita en aceite de girasol!!! jamás..jamasss de
los jamases.. sabes nunca que te está entrando en ningún momento, porque oye, a
veces está como parado, como si nadie se acordara de ti, pero cuando le da por
sonar, es que flipas en colorines estupendos y te entra un estrés y un escuadro
y..y..y…ayyy que barbaridad!!! Que se vuelve uno loco, joder, de verdad. Y
luego quedaté sin el móvil o piérdelo…Díos mío…!!! es como si te hubieras
arruinado, o quedado, como yo estoy ahora, repentinamente en el paro…se va la
luz…nada es igual..Díos…¿y mi móvil? Entonces te vienen los recuerdos y piensas:…aunque
me vuelva locoooo…QUIERO MI MOVILLLL!!!!!!!
No tenemos solución. Esto es así y dime tú
que no que me lo voy a creer. Vivimos esclavizados de aparatos que nos hacen
esclavos de ellos y que ya no sabriamos vivir sin sus “presencias”. El ser humano…ay…como
somos…!!!
Sé, sobradamente, que hay gente que duerme
con el móvil en la cama. Sí, no me estoy inventando nada. El móvil para muchas
personas forma parte de su intrínseca vida laboral, social, humana, familiar.
Tremendo, sí, pero es así.
Y para poner fín, por hoy, que de tanto
escribir ya me estoy dando cuenta la cantidad de mensajes que me están pitando
y no veas cuando acabe tengo alguna que otra hora para contestar…jejejej… Por
hoy, decía, para terminar, faltan los teléfonos fijos o caseros que ya
prácticamente en están en desuso, pero con la cosa que te regalan la línea y
las llamadas además del adsl y los ahorros energéticos y la maldita Hiberdrola
de los putos cojones, pues te dedicas, muy discretamente, a preguntar a la
gente: ¿tienes fijo? así disimulando, oye dame el mail y el fijo, ok? Y tú se
lo das y de vez en cuando pues a conversar de casa a casa por cero pesetas, ay
que tonto, por cero céntimos de puto euro de los cojones. Y ¿Qué pasa si tienes
varios teléfonos fijos en la casa? Pues que son inalámbricos y te los dejas en
cualquier sitio, pero mira bien: EN CUALQUIER SITIO…y cuando necesitas hablar
pues no lo encuentras, tienes que buscar el móvil y llamarte tú mismo a ver
donde coño está el puto fijo de la casa. Confieso que he roto varios
inalámbricos al hallarlos en el sitio último que yo mismo, con mis manitas,
allí dejé. Y ¿que culpa tiene el pobre y anticuado teléfono fijo, dirás tú, no?
Pero pasa….vamos que si pasa…!!!
O sea, que nos rodeamos de aparatos
necesarios, porque ya tal y como está el sistema de vida no puedes vivir sin
ellos, pero que a veces te hacen pensar: “todo desconectado, una casa en la
sierra con piscina climatizada, aire puro, tu pareja para que cada vez que te
“acalores” jajajaja…te bajen la temperatura, vamos que eches un buen polvazo! y
buenos alimentos. ¿Se puede hacer esto? Pues no, porque cuando lleves varios
días polveando, comiendo y poniéndote como una vaca y tengas las glándulas
seminales a punto de expirar de tanto eyacular (correrte ;-) ), pues echarás de
menos el dulce sonido de la civilización y estarás deseando volver a que te
toquen el pito o el ratoncito en tu puta casita y con todo sonando a la vez.
¿Qué no? Tu prueba, si puedes y ya me contarás.